La etapa de estudiante de Tolkien en Oxford comenzó de forma poco prometedora. Desatendió sus estudios de los clásicos «en favor del nórdico antiguo, las festividades y la filología», lo que le costó unas notas de segunda categoría en los exámenes intermedios (los llamados Honour Moderations ). Sin embargo, Tolkien tenía un don especial como filólogo: una extraordinaria perspicacia que le permitía entender el lenguaje y los textos antiguos con «una riqueza y concreción de detalles que le distinguían de todos los demás filólogos». Además, durante su carrera como profesor luchó como ningún otro por «cerrar la antigua brecha entre “literatura” y “filología” en los estudios de Inglés en Oxford». «Su visión única y simultánea del lenguaje de la poesía y de la poesía del lenguaje le capacitaron para esa tarea.»
Sitio dedicado al lenguaje y la naturaleza humana, con un interés especial en las perspectivas de J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis, dos escritores a los que debemos la forma en que hoy se hace y se recibe la literatura imaginativa y la mitología, gracias a sus célebres relatos de la Tierra Media, Narnia y otros mundos fantásticos.